miércoles, 22 de febrero de 2017

Aspectos Teóricos de la Etiqueta y Protocolo

Historia de la Etiqueta y Protocolo

Si algo ha hecho evolucionar al hombre, esto ha sido la educación. Desde los tiempos más remotos se conoce la existencia de pautas sociales y normas de comportamiento. Desde que el hombre está sobre la tierra siempre ha tenido ciertas formas de comportamiento ante determinados eventos. Aunque todas estas reglas se encuentran repartidas a lo largo de toda la historia, hay un hecho definitivo y claro que da un punto de partida importante: la creación de la corte. Esto dará un auge definitivo a las buenas maneras.

La nobleza, se comentaba en esa época, no se lleva solamente en la sangre sino en la forma de comportarse ante el Rey y ante el pueblo. Un hecho que se debe tener siempre presente en la vida. Se puede ser rico, culto e incluso un genio, pero todos somos personas y hay que comportarse educadamente con los demás. El auge de la buenas maneras era glosado por trovadores y novelas de caballería donde se daban consejos sobre como ser una dama o un caballero educado.

Aunque muchas de la reglas queden obsoletas o deban transformarse, la buena educación nunca pasa de moda. Ser educado no es un moda, es algo inherente a la condición humana. Hace al hombre más libre y más tolerante. Ser educado no es una moda, aunque algunos piensen lo contrario. Ahora bien, tampoco se debe abusar, y caer en la pedantería. Todos los excesos son malos. La buena educación abre muchas puertas y dice mucho de las personas. Dice una conocida frase de Tayllerand, Príncipe de Benevento: "Solo los tontos se ríen de la buena educación". Hay que ser natural en sus modales, y no forzarlos.

Relación entre Etiqueta y Protocolo

Estos conceptos tienden a ser confundidos debido a los elementos que tienen en común.

El protocolo es el conjunto de normas establecidas para ceremonias y formalidades de carácter oficial, diplomático, militar, institucional o social.

Viene del griego “protocollum” que significa “orden” y tuvieron su origen en el problema de las precedencias: con este orden reglamentario se evitan rozamientos y malos entendidos a la hora de tratar personas con cierto rango u honores.

Mientras que “etiqueta” podría identificarse como la manera o forma en que nos conducimos o nos presentamos en esos actos sociales. La etiqueta cotidiana se refleja en varias situaciones a las que nos enfrentamos diariamente, entre las que se encuentran: buenos modales en la mesa, presentaciones y cortesía, funerales, hoteles, restaurantes, espectáculos, etiqueta en el mundo de los negocios y en cualquier acto de carácter social o religioso.

La etiqueta y el protocolo implican normas de comportamiento establecidas para hacer la vida social más agradable, pero la diferencia se marca en que la etiqueta regula la conducta personal y el protocolo establece los criterios de trato y procedencia de una persona o institución.

La etiqueta no siempre implica reglas protocolarias, en cambio el protocolo sí incluye reglas de etiqueta en el comportamiento de cada persona.

La etiqueta implica dos conceptos: las normas de comportamiento (que se derivan de la experiencia de los buenos hábitos) y la vivencia de un sentido común práctico, el cual es transmitido por nuestros padres y el desenvolvimiento social que tengamos. Esto no quiere decir que es necesario proceder de una élite o esfera social privilegiada o depender del dinero que se tenga. Me he encontrado en el transcurso de mi corta vida a seres privilegiadamente educados, lo cual han adquirido su exquisitez en medio de una atmósfera de paz, honestidad y buenos modales inculcados desde su niñez.

En cuanto a las reglas protocolares, es bueno recalcar que pueden variar de acuerdo a las costumbres y conductas.
¿Qué es la Diplomacia?
La palabra diplomacia se deriva del vocablo griego "díplóo", que significa plegar. Por otra parte, diferentes autores afirman que en tiempos del Imperio Romano todos los pasaportes, pases para circular por los caminos de Roma, así como los salvoconductos, estaban estampados sobre placas dobles de metal, plegadas y cosidas entre sí; tales permisos metálicos, se llamaban diplomas.
En relación con la misma idea, puede afirmarse que al correr del tiempo, el uso de la palabra diploma, se amplió para nombrar con ellas a otros documentos oficiales; aunque no tuvieran exactamente las mismas características de aquellas placas metálicas plegadizas. Por ejemplo, a los documentos en los cuales se asentaban los privilegios y cortesías que debían dispensarse a un representante de otro soberano, se les denominaba diplomas; de igual manera se les llamaba a los pliegos que contenían acuerdos o arreglos con otras entidades extranjeras. Debido a la acumulación de dichos documentos, se hizo necesario emplear a funcionarios para clasificarlos, descifrarlos y conservarlos; a la acción u oficio de encargarse de tales archivos y diplomas, se les llamó "cosa diplomática".

Origen de las Relaciones Sociales

Los seres humanos tenemos la tendencia a relacionarnos con nuestros semejantes desde que vivíamos en manadas, literalmente hablando o bien desde Adán y Eva - todo depende del cristal con que se mire. Lo que es un hecho, es nuestra necesidad de vernos calificados, reflejados, protegidos, incluso limitados por los que están a nuestro alrededor o alguna vez lo estuvieron.

Las relaciones sociales son aquellas interacciones sociales que se encuentran reguladas por normas sociales entre dos o más personas, presentando cada una de ellas una posición social y desplegando un papel social.

Normas de cortesía y las presentaciones
Antiguamente, las presentaciones eran mucho más formales y oficiosas de lo que son en la actualidad. Sin embargo, el hecho de que actualmente sean más informales no implica que no respetemos una serie de normas básicas.

No debemos ver las presentaciones como algo incómodo o absurdo: en realidad nos sirven para conocer el nombre de las personas, su posición social y la forma en la que debemos tratarlas (más o menos formal).


Saber cómo reaccionar en cada situación demuestra buena educación y buenas maneras de nuestra parte, y, por supuesto, una muestra de respeto hacia ambas partes.
Incluso una norma de cortesía británica prohíbe hablar con las personas que no nos han sido presentadas. Como norma general, siempre que estemos con una persona y nos encontremos con otra que nuestro acompañante no conoce, debemos presentarlas.

¿Quién presenta a quién?
Hay tres normas fundamentales para saber quién tiene prioridad en las presentaciones: el sexo, la edad y la posición social o profesional. Por ello, el hombre debe ser presentado a la mujer, el joven al mayor y el de menor categoría al de mayor. Otros casos (aunque menos usados) indican que un soltero debe ser presentado a un casado, un familiar a un forastero y el menos famoso al más famoso.

Por supuesto, hay excepciones que debemos tener en cuenta. En determinadas circunstancias prevalece la edad o posición, como cuando una mujer joven es presentada a un anciano o a alguien de mayor posición social. Además, en el trabajo el cargo prevalece siempre sobre el sexo.

Comportamiento en la mesa

¿Cómo montar una mesa?
Si va a ser el anfitrión o anfitriona de una cena o almuerzo formal, o debe asistir a una, es indispensable conocer cómo se realiza el montaje de la mesa y cómo utilizar cada uno de los elementos ubicados en ella. Una mesa con montaje formal tiene detalles básicos como:
                     


Mantelería
Lo primero es preparar la mesa con un mantel, este no debe mostrar marcas de dobleces y debe caer parejo por todos los costados. Es preferible el color blanco con encajes y finos detalles. Sin embargo, hoy se encuentra una gran variedad de colores, texturas y diseños muy elegantes y formales también. 

Puede colocar un adorno al centro de la mesa, o bien, varios a lo largo de ella (en caso que sea rectangular larga). Se debe cuidar la altura del centro de mesa, que este no supere la altura de los comensales, para que les permita verse entre ellos y conversar.

La colocación de la cubertería se rige por dos reglas básicas:
Los tenedores se colocan a la izquierda con las púas hacia arriba; a la derecha del plato se colocan los cuchillos con el filo hacia este y la cuchara. Los cubiertos se utilizan de fuera hacia dentro y se colocarán siguiendo el orden de los alimentos que se servirán.

Hay dos maneras de manejar el cuchillo y el tenedor:
Estilo europeo: El comensal no intercambia los cubiertos en ningún momento. Procede a cortar con el cuchillo la carne, normalmente un trocito cada vez y usa el tenedor con la mano izquierda, con las púas hacia abajo, para pinchar el trozo y llevarlo a la boca.
Estilo americano: Se distingue porque el comensal corta primero unos cuantos bocados, no más de tres y deja después el cuchillo cruzado justo enfrente del plato. El tenedor se cambia entonces a la mano derecha. Por consiguiente, el comensal cambia los cubiertos de una mano a otra tantas veces como precise a lo largo de la comida.

Los cubiertos de postre se colocan en la mesa en la parte superior del plato, con el mango de la cuchara hacia la derecha, y si hay tenedor para pasteles, este va con el mango hacia la izquierda.

Cuando quiera hacer una pausa, los cubiertos deben reposar en el plato y no sobre el mantel o la servilleta. Se deben colocar en ángulo de 45º, el tenedor con las púas hacia abajo y el cuchillo con el filo hacia adentro. Al terminar si desea que le retiren el plato, se debe colocar los cubiertos de forma paralela, sobre el plato y en diagonal como si fueran las agujas de un reloj que marca las cuatro y veinte.

Vajilla
Puede ser de losa o porcelana, pero todo igual, haciendo juego con las copas y cubiertos. Y se colocan en el orden que se sirven los alimentos de la siguiente.


 .Forma:
Plato base o bajo plato: Puede ser circular, cuadrado u ovalado, de plata u otros materiales elegantes. Es para generar una sensación visual del sitio del comensal y la colocación de los otros platos, se coloca a 2 cm del borde de la mesa.
Plato hondo: para entrada de cremas o sopas.
Plato de ensalada: se sirve también como entrada antes del plato principal.
Plato principal: puede servirse uno o dos tipos de carne, pero se sirve del sabor más suave al más fuerte, es decir, primero un pescado y luego la carne.
Plato de postre: antes de servir el postre se retiran todos los platos, cubiertos, saleros, etc.
Plato de Pan: se coloca al lado izquierdo del plato base. El pan se parte únicamente con las manos y es una de ayuda a la hora de comer. El cubierto se utiliza solamente para la mantequilla.
Plato y taza para bebida caliente: estos se colocan hasta el fin del servicio o durante el postre.
Copas:
Al igual que la vajilla, debe ser toda del mismo modelo, se ubican al frente y a la derecha del plato. Se sitúan de derecha a izquierda, en el orden siguiente: vino blanco, vino tinto, agua, y champaña (detrás y en medio de la copa de vino tinto y agua).
La única copa que puede estar llena antes de empezar a comer es la de agua; el resto se irán sirviendo a medida que vayan llegando los alimentos a la mesa. Cada alimento se acompaña con el vino que corresponda.

Al servir, se toma la botella con la mano derecha, hacia la mitad, se estira el antebrazo y no se puede apoyar la botella en el borde de la copa. Si se trata de un vino tinto, se llenará solo un tercio de la copa, si es blanco dos tercios, de esta.  

Servilleta

La servilleta puede colocarse en el plato base, en el lado izquierdo del servicio (al lado del tenedor). Tienen que ser del mismo color del mantel y de 40 a 50 cm.  Al sentarse a la mesa el comensal toma la servilleta y la despliega mediante una pequeña sacudida, extendiéndola hasta la mitad encima de la rodilla. 

Si tiene que levantarse de la mesa durante la comida, deje la servilleta en el lado izquierdo de su plato. Cuando termina, la servilleta se deja en el lado izquierdo de su servicio de mesa, doblada en pliegues sueltos.

La servilleta es para limpiar o retirar pequeños residuos de alimento que quedan adheridos a los labios. Debe limpiarse con movimientos delicados y naturales. No se utilizará para depositar trozos de comida que no gusten o que no se pueden comer, como huesos de aceituna, de pollo, espinas, entre otros.


Tipos de Cubiertos

Cuchara sopera
Cuchara de cavidad honda, de unos 22 cm. de largo. Utilizada para sopas, purés, gazpachos y legumbres, principalmente.

Tenedor mesa
Cubierto, del mismo tamaño que la cuchara, y dentado. Puede ser de 4 o 5 dientes, aunque hay muchos otros diseños. Utilizado para tortillas, la mayor parte de la verdura y en compañía del cuchillo, la mayoría de las veces.

Cuchillo de mesa
De igual longitud que el tenedor y la cuchara, ligeramente dentado, la mitad del filo aproximadamente. Utilizado para cortar alimentos.

Pala de pescado
Cubierto de pala plana, ancha. Sin filo. Puede ser recto o ligeramente curvado. Utilizado para pescado tanto con espina como sin ella.

Tenedor de pescado
Tenedor más plano que el de mesa y ligeramente más ancho. Utilizado para los pescados. Si carecemos de estos cubiertos, se puede utilizar el tenedor de mesa.

Cuchillo de carne
Suele ser algo más pequeño que el cuchillo de mesa, y con filo más dentado. Utilizado para carnes magras, chuletones y carnes similares.

Cuchillo afilador
Utilizado para dar un mejor filo de corte al cuchillo de trinchar, principalmente. Pero también utilizado con otros cuchillos, como por ejemplo, el cuchillo jamonero. El que utilizan algunos profesionales se le conoce como chaira.

Cuchillo de trinchar
Cuchillo de grandes proporciones, aproximadamente unos 30 cm. de longitud. Utilizado para trinchar aves y otras piezas de caza, cuando se sirven enteras a la mesa.

Tenedor de trinchar
También de tamaño similar al cuchillo de trinchar. Utilizado para sujetar la pieza que deseamos trinchar. Dos dientes y amplia apertura central.

Cuchara de servicio
Cuchara de grandes dimensiones y pala muy ancha. Utilizada para servir guarniciones y otros acompañamientos en asados y platos similares.

Tenedor de servicio
De tamaño similar a la cuchara de servicio, dentado (de 4 ó 5 dientes), muy ancho y de pala plana. Utilizado en compañía de la cuchara de servicio como ayuda auxiliar.

Pala de servicio
Cubierto de pala ancha y calado, de tamaño similar a la cuchara y tenedor de servicio. Utilizada para servir platos caldosos, como por ejemplo las legumbres.

Cuchara de ensalada
Cubierto de amplia pala y escasa concavidad, muy largo, más de 30 cm. aproximadamente utilizado para revolver y servir las ensaladas.

Tenedor de ensalada
Cubierto de pala ancha, apenas dentado (prácticamente son muescas) y de tamaño similar a la cuchara de ensalada. Se utilizada como auxiliar de la cuchara de ensalada y para las mismas funciones.
Cazo de servir - Cacillo
Cubierto de mango muy largo, más de 32 cm. aproximadamente, y amplia concavidad. Utilizado para servir cremas, gazpachos, potajes, sopas ...

Cuchara salsera
Cubierto de mango corto, menos de 20 cm. aproximadamente, de cavidad media y aplanada. Utilizado con las salseras de la vajilla y utilizado como su nombre indica para servir todo tipo de salsas.

Clasificación de las Mesas

Rectangular
 Una de las más utilizadas, y dependiendo de su tamaño puede ser un poco difícil para tener una conversación uniforme, dando lugar por norma general a tres focos de conversación. Entre sus ventajas está la perfecta distribución que se puede hacer en cuanto al orden de precedencias.

En cenas de gala o de importancia no es correcto colocar a nadie en las cabeceras de la misma (sistema anglosajón). También es una ventaja la facilidad de acoplar nuevas mesas, pudiendo formar mesas en T, mesas en forma de U, etc.

Ovalada
 A diferencia de la mesa rectangular, es más aprovechable en espacio, al poder colocar a gente en las cabeceras de la misma. Si su tamaño es amplio, en temas de conversación ocurre lo mismo que en la rectangular. No se puede tener una conversación uniforme.
 Es bastante claro el orden de precedencias para la distribución de los invitados. Si su tamaño es pequeño, tenemos la ventaja que todos los invitados pueden verse y mantener una conversación uniforme, lo mismo que ocurre en las mesas redondas. Como desventaja no es posible acoplarla a ningún otro tipo de forma.

Cuadrada
Solo utilizadas en restaurantes y nunca en comidas de gala o grandes banquetes. Solo es admisible para comidas íntimas de 2 o 4 personas. Son utilizadas de forma general por restaurantes o bares pequeños que por falta de espacio o tipo de clientela, les conviene un aprovechamiento del espacio con este tipo de mesas.
 También son utilizadas por algunas importantes cadenas de restaurantes, que minimizan su tamaño al máximo para que el cliente permanezca únicamente el tiempo imprescindible de la comida, evitando una ocupación prolongada de la misma (al sentirte relativamente "incómodo" en la misma).

Redonda
Al igual que la mesa oval, la gran ventaja es el total aprovechamiento del espacio de la misma, así como la correcta visión de todos los invitados entre sí y la posibilidad de mantener una conversación uniforme entre todos ellos.

Como pequeña desventaja, mayor dificultad a la hora de establecer las precedencias -quedan más difuminadas-. Tampoco hay posibilidad de jugar con sus formas para poder acoplarlas a otras mesas (salvo en composiciones múltiples).

Forma de U
Perfecta distribución de las precedencias. Nunca deben ocuparse los puestos enfrente de la presidencia (parte frontal interior de la U). Se pueden (y suelen) establecer varios focos de conversación. Ideal para banquetes y otras reuniones de múltiples personas.

Forma de Herradura

Al igual que la forma de "U", facilita en gran medida el establecimiento de las precedencias. Nunca deben colocarse invitados enfrente de la presidencia (parte frontal del interior de la herradura). Es ideal para mantener una conversación o debate. Muy utilizada en reuniones (delegaciones de varios países, departamentos de empresas, etc.).